Entradas

#unaNavidaddiferente: Mueres con cada juguete

Has estado en España, Nigeria, Canadá, Brasil y varios países más al mismo tiempo. Rondando los callejones desiertos del Boulevard des Belges, pegoteándote con fuerza a los ventanales de la infinidad de centros comerciales que brotan en la Avenida Corrientes, zambulléndote en los calurosos lagos de Miami, infiltrándote por las alcantarillas de Tamaulipas; todo esto sin encontrar nada, a nadie; nada de donde prenderte, nadie a quien contagiar. Te mueves son soltura, casi con elegancia, no tienes presencia física, solo existes. Eres rápido, vas levitando, desprendiéndote, te vuelves compacto cuando es necesario, pausado a veces, eres temido por todos. No tienes mucho tiempo en la tierra, apenas casi un año.  Nada es igual como hace un par de meses, cuando te colabas en las suelas de los zapatos de cualquier hombre como un chicle, y no tenías más que dejarte llevar para al poco tiempo pasar de esas suelas al tapete de la entrada de una cálida casa, y de ese tapete a una suela siguiente ―e